La quietud de los hombres frágiles nació hace unos años cuándo por primera vez se dejó de utilizar el trabajo manual de los seres humanos en la producción.
Tanto se habia tecnificado, que incluso con los últimos avances de la ciencia la maquinaria que producían los bienes de consumo podrían ser manejadas por robot programados anualmente, cuyas acciones eran evaluadas por especialistas de producción que potenciaban el rendimiento de los mismos hasta niveles fantásticos.
Esto había tornado totalmente ineficaz contratar mano de obra humana; los centros de poder se habían desplazado definitivamente, de los gobiernos, al centro de ciencia y evolución humana, a cargo de un pequeño grupo de élite de matemáticos; ellos gobernaban el mundo y lo sometían al dictado de sus códigos cifrados; los pocos que se habían opuesto a este régimen de tecnología aplicada se encontraban dispersos y ocultos en lugares alejados.
El ser humano ya no era prescindible para el planeta tierra, a esa conclusión llegaron un grupo de robot cuando generando inteligencia artificial tomaron el poder ante la quietud de los hombres frágiles, que solo sabían de programación tecnológica y poco sobre los posibles errores matemáticos, que alguna falla electrica o cambios quimicos generados en el accionar de sus criaturas podría modificar la orden impartida por los programadores, a sus elementos electrónicos.
Solo que los robot no tuvieron en cuenta en sus cálculos matemáticos, que las pocas personas que aún resistían estos cambios tenían acceso a la palanca que detenían todas las usinas generadoras de electricidad y que un día decidieron, por su propia sobrevida, cortar el flujo eléctrico y paralizar todas las criaturas creadas por el hombre, hasta que olvidadas y oxidadas por el tiempo se fueran derrumbando.
Autor Omar Salgado
*Imagen de Enrique en Pixabay
Gracias por compartir en redes sociales y dar clik en anuncios
2 comentarios:
Me encantó!!!
Meryem
Me alegra mucho saberlo, escribeme al email consejerialider@gmail.com y dialogamos, compartiendo más literatura,abrazo
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